martes, 8 de abril de 2008


Editorial Dark Especial Acoplado No. 4

Violencia

La noticia que pone a los darkis en boca de muchas personas es que, supuestamente, junto con otros grupos juveniles nos organizamos para golpear, agredir, violentar a otros chavos y eso no es cierto. Lo demuestran las fotos, aunque muchos medios lo repitan una y otra vez.
En México hay mucha, mucha violencia, y no toda está en las portadas de los diarios. Desde los campesinos asesinados por defender un bosque en el estado de Guerrero, hasta los porros citadinos que se matan entre sí y aterrorizan a sus comunidades estudiantiles por un poco de impunidad y un sueldo de las autoridades.
Hoy en día hay varias acepciones de la palabra violencia que van más allá de la del diccionario, en este editorial se tratarán dos en específico, una más cercana al derecho y la otra al psicoanálisis.
La relacionada con lo legal dice que la violencia es algo razonado, premeditado, frío. Difiere de la agresión en que ésta última se hace a “sangre caliente”, es una reacción impulsiva y sin planeación. Violencia es convocar a otros xenófobos a “partiles la madre” a estos o aquellos por se gays, pobres, de otra escuela, barrio o por el pretexto que sea; por el simple hecho de ser aparentemente distintos a ellos.
La violencia, desde un punto de vista cercano al psicoanálisis, explica que la agresión es un acto físico, externo, público; mientras que la violencia no es un golpe, ni un grito, sino un algo pasivo y sutil pero demoledor, en ocasiones más doloroso. Si a mucha gente le molestan otros chavos sin razón aparente, puede ser por la violencia contenida, que generalmente se origina dentro del hogar y explota en las calles.
Lo que está pasando en cierto modo fue organizado por la derecha, aunque contaron con mucha suerte. Son esos grupos conservadores que nunca pierden, que tienen dinero, y todos los política, religiosa, racial y socialmente distintos les molestan.
Cuando a un padre de familia le dicen que le pegaron a su hija unos chavos, y en la tele alegan que fueron “darketos, punks, metaleros y otras tribus urbanas”, se llena de violencia, exige a las autoridades que hagan algo, que los detengan.
Si un darki es privado de sus garantías individuales porque “seguramente le pegó a unos emos, o sabe quiénes fueron, o por ser sospechoso”, sus familiares guardan rencor a los emos, a la policía y a quien no haya hecho nada.
“Divide y vencerás” es la máxima militar romana. Es pura violencia sin importar la definición en todos los sentidos. Los darkis no somos violentos, es una estratagema de la derecha que funciona porque en el ambiente hay mucha violencia contenida.

Cristhian Chavero López


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