martes, 23 de junio de 2009

Dark Especial 8 Web

El Llanto


Todos lloramos, unos más y otros menos, pero todos lo hacemos; derramar lágrimas entre sollozos y lamentaciones puede ser fruto de emociones intensas, la risa descontrolada o la ira pueden desencadenarla, sin embargo usualmente se relaciona con la tristeza y estados de ánimo afines. Puede ser voluntario o no.
Claro que se pueden expulsar lágrimas por un objeto extraño en el ojo, pero la composición química es distinta, el flujo que resulta de una emoción contiene hormonas; algunos científicos creen que es un desahogo bioquímico, además de que en adultos y en niños por igual genera sueño al terminar, genera alivio y relaja; generalmente se hace a solas, con alguien de mucha confianza o con el responsable del llanto.
En promedio los hombres lloran cinco o seis veces menos que las mujeres, los niños lloran casi a diario y los bebés varias veces al día; libera tensión, hiperventila al organismo y ocasionalmente se dicen cosas que de otro modo no se mencionarían, como las razones del sentimiento, que aunque pareciera obvio, en general no lo es. Se contagia, pero no tanto como la risa, es un fenómeno más íntimo.
¿Hay razones para llorar? Sí. Claro que siempre puede tratarse de una pantomima ensayada, sin embargo eso no cambia los hechos que hacen que la gente sienta ánimos de verter lágrimas. 
No a todos nos parecen suficientes las causas del llanto en otro, pero la extinción de las especies animales, las matanzas de seres humanos inocentes, el arrebato de las tradiciones o la cultura propia, el desencanto por la vida, el no resolver la dirección de la existencia, pueden ser motivos suficientes.
La pérdida de seres queridos, la preocupación, la rabia, el miedo o la impotencia nos pueden regresar a estados primitivos, a veces es algo tan sencillo como querer que otro haga lo que uno dice, otras es tan complejo como no hallar al individuo preciso. Las posibilidades son casi infinitas.
También es un asunto de perspectivas, ver llorar a alguien nos entristece, aunque sepamos que esa persona lo requiere, le hace bien.
Este mundo puede verse como un calvario de lágrimas, todos deberíamos llorar hasta agotar el sentimiento, hasta alcanzar el desahogo, llorar honestamente, como un animal herido o casi en silencio y a solas, para estar mejor, es necesario… Tal vez lo que a este mundo le hace falta es llorar más.

Cristhian Chavero López

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Disculpen cuentan con el Poema de "Flores Blancas" de Fabiola Cantú es que no sale la paguina 26 que es en la que se encuentra

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